Quería poner tierra de por medio, quería olvidar y quería olvidarla. Sobre todo olvidarla. Las cosas no estaban bien. Bueno, de hecho nunca llegaron a estar bien, o al menos de la manera en que todo el mundo utilizaría esos términos. Nosotros éramos así de especiales, pensaba yo en ese momento, y quería verlo de esa manera.
Decía que todo iba bien, hasta que todo fue mal. De esa manera tan normal e inexorable. Si no cuidas de una cosa, se acaba pudriendo. Como el medio limón de mi nevera que se va resecando al abrigo del paso del tiempo.
Así que pusimos tierra de por medio. Cogí la carretera nacional en dirección norte intentando huir de ti, intentando huir de mí. Pero tu ausencia dice mucho más de ti y de mí de lo que habíamos conocido en más de tres años. Tus interminables piernas dibujaban curvas en mi imaginación que no conocía hasta entonces.
No supimos interpretar las señales que nos deparaba el destino, ese GPS sin actualizar. Todos los caminos conducen a ti. ¿Dónde narices quieres que vaya, entonces?
Si fuera tan facil como tener un GPS perderia su encanto...¿realmente seriamos mas felices?.
ResponderEliminarEs cierto que a veces,algunos mas que otros,todos buscamos ese cacharro que nos diga que direccion seguir...de echo...¿no te sobrará ninguno?...
La cuestión no es que sea fácil con, sino por qué es tan difícil sin una guía. Sobre todo cuando parece que uno tiene clara la dirección, pero quien espera allí no se da por aludido/a. Habrá que sacar el cuchillo y seguir apartando las ramas de esta selva...
ResponderEliminar